«Me permito hacer de su conocimiento que el suscrito fui atendido medicamente en un Hospital, de esta ciudad, entre otras ocasiones en el mes de mayo del año 2014, fecha en la cual se me practica una operación quirúrgica y mediante dicho procedimiento médico me quitaron mi riñón izquierdo completo, posteriormente se mandó al Departamento de Patología del mismo HOSPITAL para su correspondiente análisis, exámenes de los cuales se obtuvo que nunca existió la necesidad médica de quitar mi riñón, esto lo afirmo porque posteriormente, en fecha 19-diecinueve de mayo de 2014-dos mil catorce, al recoger los resultados del estudio de patología respecto al riñón completo que me quitaron, apareció que no había cáncer en el órgano».  

Al día de hoy, la COESAMED (Comisión Estatal de Arbitraje Médico, órgano creado para solucionar las diferencias que se presentan con su médico u otro prestador de servicios de salud, ya sea en la atención pública como en la privada), quien en la opinión técnica número 186/2017, establece que:

«…Tomando en cuenta que la interpretación del estudio de anatomía patológica definitivo no es concluyente, aunado al resultado de Tomografía Axial Computarizada simple del día 13 de Mayo de 2014 en donde se menciona que no existe lesión y ante la falta de evidencia en la documentación remitida de más estudios necesarios para establecer el diagnóstico, que comprueben lesión en el margen quirúrgico de la nefrectomía parcial; la interpretación de esta Comisión es que existe una falta y/o deficiente utilización de medios para establecer diagnóstico; no existía una urgencia como tal, que imposibilitara la realización de los estudios referenciales mencionados en la literatura médica, a posteriori sabemos que no existía razón para la nefrectomía radical realizada en virtud del resultado negativo de esta pieza quirúrgica del estudio de anatomía patológica.»

En sus conclusiones indica que efectivamente se había realizado una operación quirúrgica sin observar los protocolos y principios éticos que marca la lex Artis Médica, por lo que a la fecha tengo entablada una Demanda de Negligencia Médica en contra del Hospital Oca y los médicos: Dr Victor Hugo Prada Barrios, Dr. Isidro González Juárez y la Dra. Ivett Carmelina Miranda Maldonado,  a fin de alcanzar una indemnización por la pérdida de mi riñón y todo el sufrimiento que se me ha causado.