6.1. Después de que me quitaron el riñón yo estaba asustado por que el Dr. Prada me repetía que era urgente que me operara, que no debía esperar porque se podían invadir los demás órganos de cáncer por lo que un médico internista me ordenó realizar un PET-CT cerebral y de cuerpo entero para ver si tenía cáncer en alguna parte de mi cuerpo. En el estudio se encontró que no había evidencia de masas ni actividad metabólica anormal.
6.2. Al darme cuenta que me extirparon un órgano sano y ver las consecuencias que esto ocasionó para el resto de mi vida, empecé a presentar síntomas ansiosos agudos y crónicos, tristeza, irritabilidad, insomnio, niveles bajos de energía, sentimientos de desesperanza, etc, teniendo que recurrir a tratamiento psiquiátrico donde se me diagnosticó trastorno adaptativo, teniendo que asistir a psicoterapia y tomar tratamiento farmacológico ya que el factor estresante que seria el riesgo de insuficiencia renal y/o trasplante de riñón no va a desaparecer.